miércoles, 16 de marzo de 2011

El Terremoto Movió a Japón de Lugar

    
 El poderoso terremoto de 8,9 grados en la escala de Richter que sacudió a Japón el pasado viernes movió al país de lugar.           
     Japón se desplazó una distancia de tres a cuatro metros hacia el este, por lo que se encuentra ahora más cerca de Estados Unidos y más lejos de Rusia.
Tras registrarse el movimiento telúrico, una estación de GPS, ubicada cerca del epicentro en Sendai, se desplazó casi 4 metros (13 pies), según datos del Servicio Geológico de Estados Unidos, USGS (por sus siglas en inglés).
              Japón es "más ancho de lo que era antes", dijo Ross Stein, geofísico del USGS.
           Pero los científicos explican que no toda la isla principal del archipiélago japonés se movió hacia el este.
           Según el geofísico Kenneth W. Hudnut, del USGS, el cambio ocurrió mayoritariamente en áreas cercanas a la zona del epicentro, y las estaciones más alejadas mostraron mucho menos movimiento.
           Según explicó a BBC Mundo el geofísico Brian Baptie, del British Geological Survey, (Centro Británico de Inspección Geológica) (BGS), este es un fenómeno frecuente cuando ocurren megaterremotos, también llamados terremotos interplaca.
Megaterremotos
           "En el caso del terremoto de Japón, la placa del Pacífico, que converge en la costa este de la isla con la placa de América del Norte, fue empujada y se colocó por debajo de Japón", explica el geofísico Baptie a BBC Mundo.
           Como ambas placas han estado juntas durante tantos años, se acumula una gran cantidad de energía, que se libera cuando hay una ruptura en la línea divisoria entre ambas placas.

    "En este caso la ruptura fue de unos 500 kilómetros de longitud, y durante los aproximadamente 200 segundos que duró el terremoto, las placas se rozaron una con la otra, y como promedio se distanciaron unos 10 metros".
   "Ese movimiento se conoce como desplazamiento cosísmico, que resultó en que Japón se desplazara hacia el este por unos tres a cuatro metros", explica el especialista del Reino Unido.
        Otro resultado de este movimiento de las placas tectónicas fue que la altitud de la zona costera descendió en unos 60 cm, lo cual permitió que el tsunami generado tras el terremoto avanzara más rápido y más adentro del territorio.


Cambio en el eje de la Tierra          

           Además, el fuerte sismo inclinó el eje de la Tierra.
           Cuando ocurren estos movimientos tan fuertes en la corteza terrestre, provocan cambios en la forma como se distribuye la masa del planeta.
           Al redistribuirse el peso de la Tierra, se afecta el momento de inercia y se mueve el eje sobre el cual gira nuestro planeta, así como su velocidad de rotación.
           En este caso, científicos de la NASA calcularon que el eje de la Tierra se inclinó ligeramente unos 16 centímetros.
           Según Richard Gross, un científico del Laboratorio de Propulsión Jet de la agencia espacial estadounidense, NASA, este cambio representa que la duración del día se redujo en 1,8 microsegundos (un microsegundo equivale a una millonésima de segundo).

Terremoto de Chile          

            Otros megaterremotos también han ocasionado cambios como estos.
           El poderoso terremoto de magnitud 8,8 que sacudió a Chile en febrero de 2010, acortó en 1,26 microsegundos la longitud de cada día en la Tierra.
           Además, el movimiento telúrico habría inclinado el eje terrestre en unos 8 centímetros.
     Este mismo cálculo se realizó con el terremoto de Sumatra-Andamán de magnitud 9,1 en 2004, que pudo haber acortado la duración de los días en 6,8 microsegundos e inclinado el eje terrestre en unos 7 centímetros.

   Pero el geofísico Bryan Baptie, consultado por BBC Mundo, recalcó que estos cambios no son inusuales y casi imperceptibles por el ser humano.
     "Porque la Tierra siempre está cambiando y la longitud del día también", agrega.
     Lo que tal vez es más sorprendente sobre el terremoto de Japón es cuán impredecibles son estos fenómenos.
           En los últimos 300 años, ningún terremoto mayor de 8 grados de magnitud en la escala de Richter, había golpeado en la zona de subducción de Japón.
           Y eso, según el experto, hizo que este movimiento telúrico se subestimara.
           "Tal vez deberíamos volver a evaluar la ocurrencia de megaterremotos en las grandes fallas tectónicas de la Tierra para poder en un futuro, predecir su ocurrencia", concluyó el científico.